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La mañana estaba tranquila, solo se escuchaba el piar de los pájaros en los árboles, el sol calentaba mis mejillas, con los ojos entrecerrados disfrutaba ese momento, pero algo me sobresaltó y me sacó del ensueño. El ruido provenía de la casa, de repente unos brazos que me agarran, unas gotas en la boca y me encerraron en un lugar en penumbras, todo se fue haciendo más oscuro, mis ojos se cerraban y no podía mover mi cuerpo, me dormía… Cuando desperté seguía todo muy oscuro, el olor era diferente, hacía mucho frío, ¿donde estaba el sol tibio que me había calentado?, ¿donde estaba?, no entendía nada, junto a mi pude notar que estaba mi hermano, callado acurrucado en un rincón, afuera se escuchaban voces, ruidos, lluvia y tuve miedo mucho miedo, hasta que escuche los pasos de mamá y nos susurraba que estuviéramos tranquilos y quietos que ellas nos cuidaría. Y pasó el tiempo y alguien nos trasladó, nos sacó del frío y entramos a un lugar mucho mas calentito, nos liberaron y huimos a escondernos, no queríamos saber nada con estar en ese lugar, no era nuestra casa, pero estaban ellos que nos hablaban y nos tranquilizaban, también estaban nuestras cosas, pero el lugar era diferente, ¿Qué había pasado?. Estuvimos encerrados unos días más reconociendo el lugar, ellos, mamá y papá, nos hablaban, nos contaban donde estábamos y porque nos habían traído, no entendemos mucho de distancia, lo único que sabíamos era que con ellos nos sentíamos seguros y que nos aman y al final no nos importó haber dejado ese jardín enorme. Cuando nos dejaron salir al jardín no extrañamos el nuestro este es hermoso y mas seguro que el que teníamos antes, pudimos correr con libertad y volver a sentirnos seguros, cuidados y amados, sobre todo porque nos trajeron a los cinco con ellos a Cachorra, a Rubio, a Rocco, a Pelusa y a mi Ludovico, tengo unos papas maravillosos y en el próximo encuentro les cuento lo que hemos experimentado desde que llegamos a Bariloche…. MIAUUUUUU, MIAU Hasta la próxima aventura...
Lo que mas extraño de la antigua casa es el sol, acá todos los días llueve y hace frío, con mis hermanos no podemos salir a jugar. Miramos a través de la puerta que está abierta y sentimos en nuestra cara las gotas que salpican en la vereda. Miramos todo el tiempo a mamá, para que nos diga cuando va a parar de llover y así poder salir a jugar, pero no sabe, porque para ella también es nuevo. No nos queda otra que seguir acurrucados en la cama de nuestros papas que es bastante calentita y sobre todo por la noche cuando hace mucho frío y dormimos todos juntitos. Una mañana cuando quisimos salir afuera y nos encontramos con el patio cubierto de algo frío, algo que no conocíamos, como no llovía salimos despacito tratando de no hacer ruido para descubrir que era lo que había cubierto nuestro césped. Lo olfateamos y no tenía olor, dimos vuelta y eso no se movía. Nuestras patitas se empezaron a poner frías y tratamos de caminar sobre ese manto y nos hundimos, corrimos a escondernos, ¿Qué era?, mamá nos miraba y se reía de nosotros, entonces pensamos que no era nada peligroso y volvimos a olerlo y lo saboreamos, tenía gusto a agua muy fría. Nos miramos y decidimos volver a la cama calentita hacía mucho frío y no entendíamos que pasaba, nunca habíamos visto nada parecido, entonces mamy nos explicó que eso se llamaba nieve y que íbamos a tener que acostumbrarnos porque pasaríamos el invierno compartiendo nuestras vidas con esa señora nieve en nuestro patio, Miau Miauuu, fue nuestra respuesta “dormiremos todo el invierno....”. en la próxima les contamos como pasamos el invierno con la Sra. Nieve. MIAUUUUUU, MIAU
Una tarde mirando el patio desde la puerta con mi hermano, nos sentíamos inseguros para salir, había algo en el aire que nos ponía en alerta ante un posible peligro. De pronto apareció como de la nada, era grande negro, sus ojos brillaban de la furia que llevaba por dentro, se me erizaron los pelos y me puse me guardia y lo mismo hizo Pelusa, con la diferencia que éste se lanzo sobre ese cuerpo negro que lo doblaba en tamaño y se trenzaron en una feroz lucha. Mamá salio al escuchar los gritos y trató de separarlos, pero no podía porque estaban prendidos uno con el otro, entonces les arrojó agua y logró que el “negro” huyera. Lo tomó en brazos a Pelusa y le curó las heridas, pobre se llevó la peor parte y estuvo varios días sin querer salir, muerto de miedo. Yo por mi parte vigilaba todo el tiempo que ese intruso no volviera a lastimar a mi hermano. Resulta que después nos enteramos que el “negro” vivía allí antes que nos mudáramos y sus papis lo dejaron cuando se fueron porque no lo encontraron y ahora había vuelto a recuperar su territorio, lo que él no sabía es que fue abandonado y esta casa ya no le pertenece. Sentimos lastima por él y mamá dijo que si lo aceptábamos y el quería lo podíamos adoptar. Pero no fue así, él volvía cada vez mas agresivo y aunque mucho no le gustó a mamy lo tuvo que correr varis veces, un día por hacerlo se clavó un clavo en el pié y desde ese día no lo quería ver ni al otro lado de la vereda. Decidí ser el guardián de la casa y vigilar que no apareciera, porque aprovecha la noche cuando todos dormíamos y se metía en la casa a comerse nuestra comida y a buscar pelea. Fue así que en unas de mis rondas nocturnas lo encontré caminando por el patio y como me había entrenado como Rocky V, me le tiré encima y lo ataque, lo quería destrozar, fue tanto el barullo que se armó que mis papis se levantaron y trataron de separarnos. Pero ninguno de los dos querías hacerlo, la pelea era de vida o muerte entonces fue cuando sentí un chorro de agua sobre nosotros y aprovechó mi confusión para escabullirse por el paredón, quedé todo destrozado, pero él se llevó la pero parte...MIAUUUU MIAAAAUUUUUUUU. En la próxima les sigo contando la lucha por cuidar nuestro territorio....
Pasaron algunos días en donde el negro no daba señales de vida, pero yo seguía con mis rondas, sobre todo para cuidar a mis hermanitos. Cómo estaba todas las noches alerta, cuando amanecía me iba a dormir a la cama de mis papis, porque ellos se levantaban para ir a trabajar, entonces los cinco aprovechábamos para dormir toda la mañana. Una mañana escuchamos que alguien entró por la ventana, nos pusimos todos alertas, un extraño estaba invadiendo nuestro territorio. Bajamos sigilosamente de la cama y caminamos al comedor y allí estaba el intruso comiéndose nuestra comida, nos miramos y nos mostramos los dientes, pero nos mantuvimos en nuestros lugares, permanecimos un buen rato hasta que me tire sobre él pero fue mucho mas rápido y saltó sobre la heladera, allí se quedo por un largo tiempo. Fue entonces cuando se abrió la puerta y el negro se asustó de tal manera que tiró todo lo que había sobre la heladera y se escabulló por la ventana mientras yo corría detrás de él, pero no lo pude alcazar...... Mamy estaba reenojada pr todo lo que había roto ...MIAUUUUUUUUUUUUUU.....MIAUUUU...... Hasta la próxima
Una tarde mi hermano Pelusa andaba por todos los rincones del patio, mamá lo seguía para ver porque andaba escondiéndose y no lograba darse cuenta, hasta que entró por la ventana un gatito destruido, arruinado, maltratado, herido y con muchísima hambre. Mamá se sorprendió al verlo en ese estado, pero el minino no se dejaba agarrar, le dio de comer y lo sacó afuera porque no se podía quedar, allí afuera se acostaba debajo del rosal y Pelusa se quedaba a su lado, no se movía, cuando el gatito corría él lo hacía por detrás. Pasaron unos días y mami no se había dado cuenta que este animalito dormía por las noche debajo de la mesa sobre una silla, el mantel lo mantenía oculto y por las mañanas salía sigiloso por la ventana, su presencia pasaba inadvertida, pero no para Pelusa que estaba todo el tiempo con él, si mami lo echaba Pelusa la miraba y se iba como si lo corrieran a él también. Papi decía “no se puede quedar somos muchos”, y mami contestaba “yo no lo traje es la mascota de Pelusa”, si dormía afuera por las noche Pelusa no entraba, así fue como ambos aceptaron que se quedara por un tiempo hasta que este minino decidiera retornar a su hogar. Siempre pasando inadvertido, silencioso, parecía que no quería molestar para que lo aceptáramos, así fue como se ganó el cariño nuestro, que lo adoptamos y el de mis papis que lo bautizaron con el nombre de fantasma, porque parecía eso, un fantasma, y ahora le dicen Fanty. Pasaron seis meses desde que apareció y jamás se fue, él es por demás cariñoso, siempre en el regazo de mami y cuando ella se va a dormir el también lo hace entre sus brazos y allí se queda toda la noche. Nosotros no estamos celosos porque el cariño de mis papis es enorme y nos tratan a todos por igual, reparten su amor para todos, nos llenan de mismos, caricias, nos cepillan, nos dan de comer, juegan con cada unos de nosotros….Esa es la historia de cómo apareció Fanty en nuestras vidas y como supo ganarse su lugar...MIAUUUUU MIAUUUU MIAUU . Hasta la próxima aventura….
Después de una noche de parranda buscando una minina por los tejados volví a casa y me acurruque en el puf, a la mañana no podía moverme sin sentir dolor en cada una de mis articulaciones, no tenía ánimo para nada, me levante igual ante los pedidos de mami para que comiera y volví al mullido puf. Recuerdo entre sueños que mis papis se despidieron y dijeron que saldrían de viaje por el fin de semana, ese fin de semana me lo pase descansando porque me sentía mal, mareado, me dolía todo mi cuerpo, entonces decidí quedarme sin moverme.
Cuando llegaron el lunes por la madrugara me saludaron pero no se dieron cuenta que no podía moverme y se fueron a trabajar así pase todo el día hasta que mami me obligó a levantarme y lo hice de malas ganas, se acercaba me acariciaba y me preguntaba que me pasaba porque me veía raro, hasta que descubrió junto con papi que estaba amarillo decían: ¡tiene hepatitis! y decidieron llamar al doctor que vendría al otro día. Llegó el nuevo día me hizo levantar y grande fue mi sorpresa y la de ella cuando me pare y me choque la pared, no la vi ¡No veía!,. Mami se asustó me miraba los ojos y llamó al doctor.
Allí estaban mis papis y el doctor revisándome, controlándome la temperatura y el pronóstico que le dio no fue para nada alentador: ESTABA CIEGO por una infección que no sabían donde la tenía y me estaba muriendo, la infección había atacado mis ojitos y seguía al cerebro.
Allí comenzó mi calvario de gotas en los ojos, pinchazos en mis nalgas. De a poco comenzó mi recuperación, ahora podía caminar, pero sin ver, escuchaba a mami que me hablaba y me guiaba por su vos, me aferre a ella que me indicaba donde estaba el baño, la comida, la cama y luego seguía mis instintos, no me dejaban salir afuera por miedo a que me desorientara al faltarme la vista.
Pasaron los día y me recuperé, el doctor no podía creer que me hubiera salvado de milagro sí hasta recupere la visión, al principio un poco y ahora veo mejor, con alguna dificultad, pero veo eso es lo importante, sigo pidiendo a mami que me guie hasta el baño y que me espere de los contrario no salgo solo, salvo para buscar alguna minina por los techos de mi barrio….MIAUUUU MIAUUUU Hasta la próxima porque ahí no terminó…
1 comentario:
Que cosa mas linda!!!!!!!!
=)
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